Seguro que ya tienes más que claro qué tal va el Renault Kadjar, pero es más que probable que te interese el dCi 110, ya que será el modelo estrella del crossover de Renault a lo largo de su vida comercial. Así que aquí tienes su prueba.

El motor del Kadjar dCi 110 CV es el conocido K9K. Digo conocido porque, aunque no lo sepas, lo has visto más veces de las que crees: desde el Renault Mégane al mismísimo Mercedes Clase A. Es un cuatro cilindros de 1.461 cc que siempre me ha gustado por su suavidad y su buen comportamiento, ya sea en un Clio o en un Laguna.

Así que no te sorprenderá saber que, para mí, el Renault Kadjar dCi 110 no presenta pegas en marcha. Claro, tampoco deberías esperar grandes prestaciones, sino agrado y suavidad, combinado además con un consumo relativamente bajo.

Si te vas a mover de casa al trabajo y vuelta, te gustará saber que a 100 km/h el 1.5 del Kadjar gira a  unas 1.700 rpm, justo donde comienza la zona de par máximo. Y es que desde ahí hasta un poco antes de las 3.000 es donde se encuentra su zona buena. Si aprovechas los medios del K9K, no tendrás problemas para desenvolverte con soltura en la conducción del día a  día. Si quieres subir el ritmo, lo cierto es que si llegas a la zona alta, solo conseguirás hacer ruido y consumir más. En ciudad, más de lo mismo: podrás circular en marchas largas si la circulación está fluida. Y si te toca parar, el Start-Stop funciona de maravilla (me sigue gustando mucho más el que utiliza PSA en modelos como el Citroën C4 Picasso que apareció en 2013).

Si piensas utilizar el Renault Kadjar dCi 110 CV para hacer viajes, sin problema. El tarado de las suspensiones prima el confort; no encuentro diferencias con la versión de 130 CV. Además, el perfil de los neumáticos, tirando a generoso, ayuda a absorber las típicas irregularidades pequeña que con gomas deportivas se pasan al habitáculo sin piedad.

Gracias a su comodidad, el Kadjar dCi 110 te deja hacer kilómetros sin llegar a cansarte. Además, el motor gira a 2.100 rpm cuando sityúas la aguja en los 120 km/h, por lo que se contiene bastante el consumo y la rumorosidad. La pena es que también se contiene el ímpetu. Me explico: con 110 CV y un peso de 1.350 kg, no puedes esperar adelantamientos fulgurantes, así que te toca calcular bien los adelantamientos en carreteras secundarias. Si la carretera tira hacia arriba, a no ver que vayas muy cargado, no te pedirá que reduzcas demasiado (quizá sí tendrás que bajar a quinta, pero no es problema gracias al buen tacto de la palanca).