Su tren de rodaje está compuesto por elementos de primer nivel, como frenos carbono-cerámicos con discos de 400 mm (15,7 plg) de diámetro en el eje delantero o un diferencial autoblocante controlado electrónicamente. El nivel de personalización del chasis no sólo afecta a motor, caja de cambios o sistema de tracción total, sino que también cuenta con dos tarados diferentes para el sistema de frenado, “Comfort” y “Sport”. A nivel estético y de equipamiento, está muy diferenciado de los demás Serie 8, gracias a un kit aerodinámico agresivo, colores únicos y detalles específicos como nuevas llantas de hasta 20 pulgadas (508 mm) o un volante deportivo.
También cuenta con un eje trasero directriz, que le ayuda a redondear las curvas y ser más ágil, así como una serie de accesorios M Performance que llevan un paso más allá la dinámica del coche más deportivo de la marca. Están especialmente indicados para aquellos que van a acudir a circuitos y track-days con el coche.